Gorra, camisola y spikes utilizados por José Luis Chile Gómez con los Filis de Filadelfia a mediados de la década de los 30.
Durante mucho tiempo fue considerado el mejor segunda base fildeador de todos los tiempos.
Fue el primer pelotero hecho en México que jugó en Grandes Ligas, hecho acontecido en 1935 con los Filis de Filadelfia.
También fue el primer mexicano en jugar en el Campeonato Cubano, lo cual aconteció en el año de 1937 con Santa Clara.
Poseedor de un gran talento y su sobrada capacidad sobre el terreno de juego redituaron su ascenso a la carpa grande, donde jugó tres temporadas, dos de ellas con los Filis y en 1942 con los Senadores de Washington.
En la Liga Mexicana de Beisbol derrochó prestigio y categoría durante 17 temporadas vistiendo las franelas del Necaxa, Aguila, Córdoba, Monterrey, Puebla, México, Veracruz, Tampico y San Luis Potosí, promediando .279 milésimas con el bat.
José Luis Chile Gómez fue un grande de los diamantes y su nombre sonó bastante fuerte en el beisbol mexicano de los años 40.
El nativo de Mazatlán figuró al lado de las grandes luminarias que invadieron la pelota mexicana en la llamada Época de Oro del Beisbol Mexicano, logrando destacar entre un grupo de figuras reconocidas que vinieron a engrandecer nuestro querido deporte.
Su ingreso al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano se dio en 1971.
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