Un 3 de enero, pero de 1992, muere Jorge Blanco Martínez en Mérida, Yucatán. Unió su vocación de comunicador a la gran pasión que sentía por el beisbol y ambas cosas lo convirtieron en un extraordinario y singular impulsor del Rey de los Deportes. Siempre activo, inquieto y sobre todo positivo, no desaprovechó nunca un instante para hablar de su deporte favorito. Cinco veces viajó a Estados Unidos para narrar beisbol. En 1981 fue invitado por Juan Vené para transmitir desde el Yanqui Stadium. Ingresó al Salón de la Fama del Beisbol en 1992.
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